Hace unas semanas, tuve la suerte de participar en un taller de la voz en el Liceo donde trabajo impartido por fonoaudiólogas. Cabe destacar que aparte de TODO lo negativo que se habla de los establecimientos municipales, existen un sinfín de características positivas que se entregan en este medio.
En este taller se cubrieron dos temas importantes y uno de ellos fue la higiene de la voz. Muchas veces, los profesores no se comprometen con el ÚNICO instrumento que si lo pierden no tiene vuelta y que no podríamos ser profes ni con toda la metodología del mundo ni la tecnología ni nada similar.
Se entiende por higiene vocal todos aquellos procedimientos dirigidos al autocuidado de la voz. Especialmente a aquellas personas que hacen uso profesional de la misma. Es necesario tener en cuenta una serie de precauciones dirigidas a evitar la irritación y el desgaste inútil de las cuerdas vocales.
Andar difónico es común si se tienen cursos numerosos y si se tienen problemas de disciplina. Para este fin enumero a continuación una serie de medidas para comenzar a integrar de a poco a nuestro diario vivir:
- Realice ejercicios de calentamiento y enfriamiento vocal antes y después de su clase. (Ver siguiente post sobre ésto). Unos 10 minutos.
- Evite comer comidas muy condimentadas.
- Evite tomar bebidas muy calientes o frías antes de dar una clase.
- Evite exponerse a cambios de temperatura dentro de la sala de clases y del establecimiento.
- Use ropa cómoda.
- Mantenga una postura corporal adecuada al momento de dirigirse a sus alumnos.
- Articule cuando hable; así, su mensaje será más inteligible.
- Cuando le esté hablando a un alumno y éste no le escucha, no esfuerce su voz, si no, diríjase a él.
- Realice pausas vocales durante el desarrollo de las clases.
- Beba sorbos de agua cuando sienta tos o carraspera durante la clase.
- Pase la lista visualmente o pídale a algún alumno que lo haga por ud.
- Apóyese en material audiovisual, así la exposición no será solo verbal.
- Realice actividades grupales con el fin de descansar su voz.
- Si habla en lugares abiertos utilice silbatos o algún tipo de amplificación.
- Si sus alumnos son pequeños, utilice elementos sonoros como silbatos, panderos, campanillas u otros para llamar su atención.
- Si sus alumnos son mayores el "silencio absoluto" le puede servir para el mismo fin.
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