7/30/2011

Only ONE first impression

Anteriormente he comentado sobre la presentación personal de un profesor en relación al calzado y la ventajas de su comodidad. Ahora bien, la vestimenta no es algo menor. Primero que todo, debemos entender que no porque seamos profesores no tenemos que tener un uniforme. Quizás no tendremos el tradicional uniforme de oficina, pero debemos ser precavidos a la hora de escoger nuestras prendas.
Al llegar a un nuevo lugar de trabajo, tenemos solo ONE chance para la primera impresión. No hay segundas oportunidades para esto y por lo tanto, no podemos desperdiciarlo. La ropa debe ser apropiada a una persona profesional pues demuestra seguridad y cuidado personal. No le demuestre a sus alumnos y colegas que se puso lo primero que encontró y que con suerte se lavó la cara. 
Combine su ropa, use colores vivos o sobrios pero con seriedad. Si llega con un sweater gastado, con zapatillas de correr y un par de jeans sueltos, con un pelo desordenado y nada más que eso, tenga por seguro que se llevará varias miradas en la jornada y no precisamente positivas.
Sea precavido y arregle su cabello, use maquillaje natural, no use piercings (úselos en su privacidad), no deje visibles sus tatuajes (si los tuviere) y use accesorios ad-hoc al contexto; y como se dijo en el segundo posteo de esta página, siempre use su delantal.
Si ha hecho lo contrario en alguna ocasión y ahora tiene la oportunidad de cambiar de lugar de trabajo, ponga este consejo en práctica y observe el comportamiento de sus pares y alumnos hacia Ud.

Choose the best shoes


Una de las cosas más simples de ser profesores pero que en reiteradas ocasiones no se toma en cuenta, es la presentación personal al momento de trabajar. En primer lugar, tenemos la vestimenta; un tema que ahondaremos más adelante. Y por otro lado, tenemos el calzado.

Pensemos primero en la presentación, o sea, obviamente no podemos ir a hacer clases con zapatillas. Puede que sea un poco anticuada con este comentario, pero siento que el profesor siempre debe mostrar una imagen de responsabilidad y de adecuación y contextualización frente a los alumnos, sus padres y colegas (tiene sus instancias personales con familia y amigos para usar sus prendas favoritas).
Ya tenemos la primera consideración en cuanto al calzado, pero además hay otros puntos que no se pueden olvidar. Actualmente, la pedagogía y sus nuevas metodologías nos desenvuelven en un ambiente constructivista, en donde profesores y alumnos son parte del learning process, por ende, Ud. ya no tendría que ser el típico profe que habla la clase completa ni menos el que hace clases sentado toda la hora (a no ser que su salud así lo permita).
Lo anterior entonces, nos hace pensar en la comodidad que necesitamos al enseñar. Tenemos que estar largas horas de pie en las que caminamos alrededor de la sala, en la que debemos agacharnos a la altura de los alumnos pequeñitos del primer ciclo. Y Ud. ¿va a usar zapatos que lo dañan? Como mujer, a muchas nos fascinan los tacos, millones de zapatos, botas, etc. que al final del día nos hacen rogar por que los pies ya no nos duelan más. Aún así, para mujeres y hombres es lo mismo: sabemos que el sueldo de profesor no es el mejor del planeta, pero optemos a comprar un buen par de zapatos que nos acomode a tener varios pares que nos dañan los pies.
No olvidemos, o enterémonos como futuros profesores, que cuando trabajemos tenemos que correr, que a buscar el libro, que el material, que lo llamó el director a su oficina, que tiene un curso en el tercer piso, después uno en el primero y después uno en el segundo, que no tiene auto y debe caminar a tomar locomoción o hasta su casa. Es importante la presentación personal, pero seamos inteligentes pues debemos cuidar nuestro bienestar diario.